Todos sabemos que una sonrisa desprevenida es mucho mejor que una fingida.
¿Ya te has parado a pensar en la persona maravillosa que eres?
Gracias Señor porque me amas, me cuidas y siempre quieres lo mejor para mi.
Me tomo mi vida como un viaje constante en el que no paro de aprender de todo lo que me rodea.
Con estas palabras solo quiero arroparte un poquito y enviarte mi más sentido pésame que espero te reconforte.
Mi fe hacia Dios no se puede medir, pues es infinita, y tampoco tiene caducidad, pues será eterna.
El tiempo pasó tan rápido que aún recuerdo el año pasado con mucho cariño, pero sé que este año superará cualquier expectativa. ¡Feliz navidad y año nuevo!
Cuando te vi, mi corazón lo tuvo muy claro, y se puso a latir locamente… Después me enamoré de ti.
Amas lo que haces por eso sé que llegarás allá a donde quieras ir.
Hay alguien muy especial para mí que sé que leerá esto… a ti te quiero decir ¡buenas noches!
Ojalá tuviésemos el valor como adultos para ser tan sinceros como los niños.
Mis pasos se dirigen hacia un lugar en el que me sienta feliz.
A veces me embelesa la belleza de las palabras que dice alguien a quien admiro.
El amor que siento por ti es generoso, real y muy sincero.
Me encanta descubrir la belleza interior de las personas, pues siempre me cautiva.