Pensar en ti, papá, es recordar todas nuestras aventuras y las veces que me dijiste: ¡No se lo digas a tu mamá! ¡Feliz día!
Amor, tú me impulsas en la vida, me haces ser más valiente, me haces sentir confianza y sentir que todo lo puedo lograr. No hay ni un día en que no piense en la suerte que tengo de tenerte. ¡Te quiero muchísimo!
Cuando ríes todo cambia a tu alrededor.
El entusiasmo con el que corras para alcanzar tus sueños es lo que hará que se hagan realidad.
Algún día te arrepentirás de todo el tiempo que no me quisiste dar.
Eres una mujer que con tu seguridad demuestra a los demás hasta donde puede llegar. ¡Te admiro!
Papá me enseñó a ser un campeón, incluso cuando yo no gané.
Hora de descansar y reponer fuerzas. ¡Mañana será un gran día! ¡Buenas noches, amigos!
Amigos, sol y playa: mi plan perfecto.
Que Dios te bendiga un día más y te de energías para levantarte mañana con mucha fortaleza. ¡Buenas noches!
Agradecer es un acto simple que puede desencadenar respuestas muy hermosas.
Es triste saber que la persona que una vez dijo amarte es capaz de causarte tantos males.
¡Felicidades a los recién casados! Habéis empezado con buen pie, pues la boda ha sido maravillosa.
Agradezco por todo lo que he pasado porque eso me hizo ser la mujer fuerte que hoy ahora.
Estoy convencida de que no hay nada mejor en el mundo que tus grandes abrazos, ¡Te amo tanto, esposo!