Lo nuestro fue fácil, solo tuvimos que mirarnos para enamorarnos.
Qué difícil es entregar tanto esfuerzo a una relación que nunca fue correspondida.
Al verme solo veo las cosas positivas que tengo, y algunas que debo mejorar.
Me costó aceptar que por más que pase nunca me vas a mirar.
Quería aprender todos los idiomas para decirte te amo de todas las formas posibles.
Mi arte preferido es el de amarte.
La persona con quien siempre soñé es ahora mi novio.
A veces te miraba y me quedaba esperando esa correspondencia que nunca llegaba.
Para pasarla mal prefiero no enamorarme.
Desde el primer momento en que vi tu mirada me di cuenta de que eres una persona que quiero tener cerca todos los días.
Si hubiese guardado todas las lagrimas que derrame por ti, hubiera inundado mi casa.
Sabes que es un amor verdadero cuando solo al recordarlo, se te acelera el corazón.
Si el amor no lo es todo, entonces porque siento este vacío tan grande que me debilita día tras día.
Mirarte a los ojos es sentir amor, es sentir que amo nuestra conexión.
Admiración, amor y orgullo son palabras que definen perfectamente lo que siento por ti, hijo.
Mi amor, es una bendición tenerte y será un placer conservarte por el resto de mi vida.
Este amor duró tan poco que sin darme cuenta seguí soñando con él durante algún tiempo, sin embargo, sé que la tristeza no me invadirá y lo superare rápidamente.
Hija, no hay un amor ni un orgullo más inmenso y sincero que el que yo siento por ti.
Mi amor, te extraño tanto, que no puedo hacer otra cosa en el día que no sea pensar en ti.
Cariño, el amor que siento por ti no lo puedo describir, pero si que te lo puedo demostrar.