Nunca dejes de soñar porque todo se puede hacer realidad, solo basta imaginarlo.
Cuando estoy pasando por un mal momento, me recuerdo que es temporal para motivarme y continuar.
Mirar al horizonte e imaginarme que estoy contigo es mi deporte preferido.
Cuando nos vienen muchos problemas de golpe, lo mejor es ir afrontándolos uno a uno, pues así encontraremos más fácilmente la solución para poder avanzar.
Piensa en el presente más que en el futuro y aprovecha cada minuto.
Te agradezco, mi Dios, por todas las bendiciones que ya recibí e iré a recibir, ¡pues sé que nunca me abandonarás!
Lo hermoso de la vida es que no deja de sorprenderme con sus alegrías.
Es hermoso ver como aquello por lo que luchaste acaba por hacerse realidad.
Si la vida te da crayones, agárralos con fuerza y dibuja tu mejor historia.
Todo lo que me das es lindo, gracias mi amorcito.
Eres una persona muy linda, que a todo el mundo alegra con su hermosa sonrisa.
Mientras más alta sea la montaña, más grande será tu logro.
Cada minuto de la vida cuenta, por eso yo elijo sonreír más, amar más y cuidar más.
Date espacio en la vida para improvisar, dejarte llevar, reír y soñar.
El amor es una escuela donde se aprende el arte de amar.
Me he dado cuenta de que soy mucho más feliz desde que no escucho a aquellos que tienen algo malo que decir sobre mi.
Seamos como los caballos y saltemos los obstáculos.
Cuanto más me amo y me comprendo, más me acerco a la felicidad.
Hay varias cosas que nunca debemos dejar de hacer: amar, reír a carcajadas y perdonar.
Hay palabras que solo deberíamos poder usar si las sentimos de verdad.