Hija, mi corazón te pertenece, y mis días están marcados por tu sonrisa.
Hija, has crecido cumpliendotodos tus objetivos, ¡eres la mejor!
No se puede medir el amor de una mamá a su hija, porque va mucho más allá del infinito.
Hija, es un orgullover como pasan losaños y continuascon los mismosvalores de siempre.
Nada se asemeja al amor por una hija, pues es incondicional, indestructible y eterno.
No hay día en que te mire y no sienta orgullo de ti, hija.
Hija, no me canso de decir cuanto me enorgullezco de ti y de cada uno de los pasos que has dado hasta convertirte en la maravillosa mujer que eres.
Lo mejor que hice en mi vidafue tenerte, hija.
Mirarte y ver la mujervalerosa que eres,hace que se mesalten las lágrimas.¡Te amo, hija mía!
Eres y siempre serás la mejor compañerita de vida, hija.
El amor que te tengo, hija, es incomparable con una escala porque siempre fue y continuará siendo infinito.
Mis brazos fueron hechospara recibirte y acariciartesiempre que lo necesites, hija.
El sentido de mi vida vienecuando naces tú y empiezoa sentir orgullo por ti, hija mía.
Hija, no hay nadaque me haga sentirmás orgullosaque ser tu mamá.
Esa sonrisa que tienes ante toda circunstancia me motiva y me enorgullece, hija bella.
Hija, cada día que pasasiento que te parecesmás a mi… ¡te adoro!
No hay nada que me llene tanto y que me haga sentir tanto amor que verte reír, hija mía.
Hija mía, me tienes aquí para cuidar de ti, no lo olvides nunca.
Hija, no hay nada que me haga sentir más orgulloso que ser tu papá.
Hija, conmigo siempre tendrás a alguien dispuesto a darte apoyo y mimos.