Cuando la lunaestá llena, nuestraalma se llena deesperanza paraafrontar el día.
La luz de la luna meda la tranquilidad quenecesito para dormir.
Cada noche,la luna nos señalael camino iluminandonuestra espera del sol.
Adoro mirar la luna llena,me hace sentir bien,es como si me transmitieratoda su energía y hermosura.
Yo soy como la luna,unas veces me muestroy otras me escondo.
Quiero ser como la luna,misteriosa, brillante ydándole luz a todoa mi alrededor.
La luna se pasa el tiempo viéndome pensar en ti.
La luna conoce más secretosmíos que muchos de mis amigos.
Sin la luna y su influjoel sol de nuestro díabrillará menos.
No hay luna quebrille más que laluz de la libertad.
Los días de luna llena me parecen mágicos y llenos de misterios.
Mirar la luna fijamente,me ayuda a pensarmejor y a tomar lasmejores decisiones.
¿Acaso hay algo másimponente y hermosoque la luna llena?Yo no lo he encontrado.
Las decisiones más importantesde mi vida las medité mientrastomaba una copa de vino mirando la luna.
Sé que mi alma está conectadaa la luna, y que está me transmitesu fuerza por la noche, paratener energía en el día.
Para mi, las nochesde luna llena, siempreson mágicas y especiales.
No puedo dormir si nomiro la luna antes, puessiento que ella me arropay me da fuerza.
¡Que hermosa que es la luna! Sincera, inocente, constante y brillante.
Cuando algo me preocupa suelo ver la luna durante algún tiempo para calmar mi mente.
A veces me pongo a pensar en todos los secretos que la luna habrá presenciado.